Semillas de Amor

Cuenta una leyenda que existió una bella princesa nativa, de largos cabellos y hermosos ojos, a quien pusieron de nombre AMYRA.
Ella se enamoró profundamente de un valiente guerrero, quien renunció a todo para defender a su pueblo en tierras lejanas.
AMYRA extrañaba tanto a su amado que cada noche, suspiraba a escondidas, esperando su regreso, cerca a un árbol en las afueras de su aldea.
Su tristeza era tan grande y le brotaban lágrimas que humedecían la tierra, llegando hasta las raíces más profundas de aquel árbol.
Y mirando a la Luna, pedía siempre el mismo deseo: “Qué mi amado, retorne a mí con bien!”
La Madre Tierra, conmovida de verla, decidió darle un preciado regalo para ayudarle a transformar su trsiteza en Amor.
De aquel árbol que cobijó sus penas, brotó un fruto, del cual AMYRA bebería un elixir sagrado para llenar su corazón de calidez, alegría y esperanza de que su amado retornaría a sus brazos sano y victorioso.
Así fue… La princesa AMYRA volvió a sonreír y a soñar. Tanto era el amor que brotaba de su corazón, que iluminó el regreso de su amado a casa.
Finalmente, pudieron reencontrarse para sellar su anhelada unión.
En agradecimiento a la Madre Tierra, la feliz pareja decidió convertirse en Semilla de Amor y compartir con las aldeas del mundo este sagrado fruto, al cual llamaron CACAO.
Y así podrían irradiar luz, amor y fé a todo aquel que quisiera sanar su corazón.